Andrea Siliezar
La proliferación de la vida, de las vidas consideradas minúsculas, son amenazadas por las fuerzas de la vulnerabilidad. La vida imaginaria es más vulnerable aún, ya que se extingue en cuanto se deja de fantasear en ella.
La diferencia entre el mundo de los humanos y el mundo de los no humanos no es más que una diferencia de tipología externa. El orden hegemónico es el humano, quien por su capacidad racional es capaz de crear categorías jerárquicas; sin embargo, a la vecindad de lo minúsculo estas categorías no podrían ser menos que sueños vacíos de gigantes.
¿Quién le dio permiso a la flor de moverse? ¿Qué derecho de propiedad tiene la termita en la madera? Les corresponde por el simple hecho de existir y estar presentes. Vecinos deseados o indeseados son capaces de tener disfrute de lo que consideramos “nuestro”. Siliézar, con su sensibilidad matérica transmite también su aprecio y diálogo con los mundos posibles que existen en escalas existenciales del otro; el pequeño, el inerte, el imaginado. Su obra, “Secretos familiares” se construye desde la intíma observación que ha tenido de la naturaleza y sus pequeños habitantes desde que era niña, esos diminutos confidentes que hoy ocupan sus obras.

Andrea Siliézar | "Secretos familiares" | Ensamble | 51 x 26 cm