Max Leiva tiene mas de 15 años de dedicarse plenamente a la escultura, aunque bien puede decirse que su habilidad se empezó a desarrollar cuando moldeaba prótesis dentales de yeso en el taller dental de su padre. Su acercamiento profesional, sin embargo, y sobre todo su identidad escultórica, se revela al descubrir la figuración prehispánica mayal, enfáticamente se intereso en los rasgos de la frente lanzada hacia atrás propias de los personajes de estas esculturas.

Bajo un carácter disciplinado y bajo en constante estudio de referencias de grandes maestros de la historia de la escultura. Aso como la observación perspicaz del detalle escultórico. Leiva ha creado a través de los años su propia identidad técnica, la cual no niega la deuda con referencias, mas bien sincroniza y las potencia.